LA MÚSICA… SANA, EQUILIBRA Y DESPIERTA
NUESTRA CONSCIENCIA INTERIOR
La música funciona a través de códigos de luz o sistemas de comunicación interna. El ser humano al activar esos códigos en su interior aporta luz u oscuridad, y puede conectarse con la sinfonía celeste y terrestre para lograr así su despertar.
Para que los códigos de luz funcionen deben alimentarse de un lenguaje común, una frecuencia que une al emisor y al receptor, convirtiéndolos en una llave poderosa que abre las puertas a otras dimensiones. Ésta sinfonía cósmica y terrestre se genera mediante la creación del sonido, el cual no sólo es emitido por los seres humanos a través de su verbo creador, sino que a su vez es emitido mediante la vibración áurica de sus cuerpos, los cuales de acuerdo a la luz o la oscuridad que emiten generan la sonoridad y logra conectar con los planos superiores, y a su vez lo conecta a través del enrejado de la unidad con todos los seres del universo.
Es así como cada nota que emitimos no solo puede alterar nuestra vibración interior, sino que a su vez puede alterar positiva o negativamente a todos los seres de la creación. Ejemplo de ello es como la vibración de una persona depresiva genera no sólo una frecuencia inferior de tristeza y desasosiego para sí mismo, sino que genera una frecuencia inferior para los seres que lo rodean, pero de igual forma si esa persona logra cambiar su frecuencia vibratoria y la transforma en superior generando sentimientos de alegría, amor, felicidad, conexión espiritual, emite esa vibración a todo el universo, donde todos estamos unidos energéticamente formando la unidad, unidos a través de lazos de amor.

La música se vuelve el mecanismo para lograr armonizar nuestra frecuencia interior con las frecuencias superiores, permitiendo sanar el cuerpo, el alma y el espíritu. Y ante todo tiene como gran misión sanar el triple corazón humano: el cual está compuesto por nuestro corazón normal o inferior, el cual está hecho de emociones superficiales que hoy emanan, pero que en cualquier momento cambian profundamente de acuerdo a la vibración con la que estemos sintonizados. Y por eso un día amanecemos muy felices y al atardecer podemos estar muy tristes de acuerdo a la conexión interior.
A su vez tenemos un segundo corazón llamado por los maestros antiguos el corazón Karmico o ancestral, donde Gaía nuestra madre ha guardado nuestra memoria emotiva y la carga generacional de tantas existencias. La cual suele salir a través de las diferentes relaciones humanas en las cuales se reflejan los aspectos en que nuestro corazón ancestral debe sanar; son estas heridas las que enferman el cuerpo y el alma y hacen imposible el despertar humano.
Finalmente existe el corazón Crístico, es el corazón más elevado y superior, al activarse logra conectar al ser humano con los planos superiores mediante la INSPIRACIÓN. Se le conoce como corazón Crístico por estar relacionado con la energía cristal que está dentro de cada ser, la cual hace referencia a la luz divina cristalizada dentro del ser humano. Para activarla se requiere del sonido, de la nota divina generada por la vibración de luz de nuestros cuerpos internos.

Cuando este corazón Crístico logra despertar genera una melodía tan fuerte que influye en el individuo y su despertar, en las sociedades, en el planeta y en el universo mismo. Estos tres corazones obedecen a diferentes sonidos: el corazón normal obedece a la música inferior con gran contenido emocional o con cargas de violencia y de sentimientos negativos. El corazón ancestral se activa mediante música propia de la madre Gaía, la cual hace parte del linaje ancestral de las diferentes regiones del planeta, de las culturas , las tribus, donde sus canciones , cantos mántricos y rituales tienen como finalidad sanar el pasado y liberar el futuro. El corazón Crístico sólo es posible activarlo mediante el sonido superior evocado a través de mantras superiores, música sagrada , música clásica y música instrumental que logre activar los cuerpos más elevados del ser humano generando un estado profundo de inspiración, de shamadhi o de conexión profunda con la divinidad. De acuerdo al corazón que se va activando mediante el sonido musical así se va moldeando el cuerpo, el alma y el comportamiento humano; a su vez que se va inclinando la consciencia interior hacia el despertar o por el contrario se sumerge cada día más en estados de mayor aletargamiento e inconciencia.

Las siete notas musicales reflejan la totalidad del universo, vinculándose cada una con una energía en particular, con un cuerpo de luz, con una triada (chacra, plexo e iglesia) y con un color. Al unirlas de manera armoniosa llevan a estados de éxtasis espiritual, de conexión con los ángeles o seres superiores, de iluminación espiritual. Donde muchas personas logran escuchar la música de las esferas o armonías secretas, o para mayor comprensión las sinfonías siderales. Ejemplo de ello son artistas como Beethoven, Mozart, Vivaldi, Schubert, Bach… quienes dado su conexión lograron plasmar desde los mundos internos esta música sagrada para beneficio de todos los seres humanos. Cuando las notas musicales que emanan nuestros cuerpos están conectadas con lo superior se afirma que hacemos parte de la gran sinfonía de Dios, que genera la fuente de la vida eterna, expandiéndose en todo nuestro ser, esa vibración sagrada y todo cuanto existe es contagiado de equella vibración.
Toda melodía humana e interna está compuesta de energía, de música y de vibración; hay melodías inferiores con tonalidades energéticas oscuras entre las que encontramos la música metálica, el reguetón, el rock, la música popular, las rancheras, la salsa, las mezclas de música electrónica, y otras que generan una vibración potente de materialidad e instinto en las tres triadas inferiores, invirtiendo su giro energético y llenando los cuerpos internos de una energía en tonalidades de rojo, gris, café y negro, encauzando así a quien escucha a estados de inconciencia, mecanicidad, dolor y con necesidades internas de insatisfacción ante la vida.
A medida que la melodía musical se sutiliza como las baladas, la música góspel, el pop, la música instrumental, la música folclórica, empieza a alimentar la 4 y 5 triada de acuerdo a su sutilidad y el mensaje que las compone, permitiendo así activar estas triadas de manera positiva o negativa. Si la vibración es positiva la persona empezará a tornarse amorosa, tranquila, apacible, generando sentimientos de fraternidad y amor hacia todos los que la rodean, y su energía pasará a tonalidades azules, naranjas y verdes. Cuando la música esta ejecutada con gran carga emocional inferior se invierten el movimiento energético de estas dos triadas, la persona se vuelve melancólica, depresiva, incomprensible, poco flexible, y con grandes cargas de dolor, lo que torna su energía en tonalidades de azul, verde y naranja opacos y oscuros.

Cuando se logra avanzar hacia melodías totalmente sutiles encaminadas a activar las triadas superiores (6 y 7) encontramos a grandes exponentes de la música clásica, celestial, canto gregoriano, música de los 4 elementos, las cuales activan en el ser humano lo mejor de su mundo interior, su conciencia, su conexión espiritual y llenan sus cuerpos de una energía superior con tonalidades blancas, amarillas, violetas, doradas arcoíris. Y ante todo permiten experimentar estados de paz mental, emocional y un equilibrio interior profundo, así como una comprensión mucho más completa del Ser interior.
La gran tarea de cada persona que vive en este planeta radica en lograr unirse en una sola canción, en una sola melodía con el Universo, lo cual le permitirá conectarse mediante la nota divina con los cuerpos de los dioses solares, de los ángeles, de los devas, así como de las consciencias de los seres que pueblan el planeta, para generar una consciencia planetaria superior. Es así como la música nos permite conectarnos con la nota divina, pero a su vez genera una energía poderosa para:
• Sanar nuestro cuerpo mediante el sonido, el ritmo, la armonía y la melodía
• Favorecer los aprendizajes, la atención y la memoria
• Potenciar la expresión y la comunicación corporal y emocional
• Generar estados de motivación y entusiasmo
• Cambiar estilos de vida y moldear nuestra conducta
• Activar el sistema sensorial, cognitivo y motor
• Estimular la inspiración, la creatividad, el pensamiento y el lenguaje
• Favorecer la relajación y la desintoxicación energética.
• Estimula el movimiento corporal y el estado físico.

QUE TU NOTA DIVINA TE APERTURE
LOS PLANOS SUPERIORES QUE HABITAN
EN TÍ Y FUERA DE TÍ…
PARA QUE SEAS LA MEJOR VERSIÓN DE TÍ
MISMO Y CONTAGIES DE ESA VIBRACIÓN
AL UNIVERSO ENTERO
BENDICIONES… RAHIA, FRATERNIDAD ADONAY